Aquella vez
mientras me decías,
que una vez
más no llegarías,
Retomaba el
paso certero de retroceder,
aquel que
nunca falla para evitar el dolor.
Aquella vez
mientras te escuchaba y recibía
aquel golpe que invita a escapar,
Comprendí
que tratar de llenar el vacío en el pecho
con personas,
amores y cosas solo lo enaltece.
Suspiró
pues el alma y me invito a cobijarme entre sus brazos,
Continúe tambaleante,
continúe no contigo, Pero esta
vez tampoco sin mí.
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